MI VERDADERA ESENCIA
Foto y texto: Rosae
Tu sonrisa. Mi pelo revuelto. Tu mano rozándome sin querer. Tus ojos cuando me miran; los míos cuando te buscan.
El sol de junio.
Las croquetas de jamón de mi mami y los mojitos de mi hermano.
Un nuevo cuaderno para llenar de historias. Los lápices de colores.
El mar de aquí y de allá. Porque no importa el dónde, importa lo que me cuenta. Un ron miel en la playa de Las Canteras.
El silencio y la paz de las mañanas de Castellar.
El asado de Cangrejo, con su antes, durante y después. El alboroto de mis amigos cuando estamos juntos. Los abrazos que no cesan. Una Mahou bien fresquita - para empezar - brindando por la amistad. Esa conversación que se queda pendiente.
Las resacas de: ¡qué coño, que me quiten lo bailao! Las cervecitas de los viernes en buena compañía.
Cualquier texto de Poe; “El jardín de las delicias” de El Bosco; la grandeza abrumadora del Coliseo; “Eye in the sky” sonando a todo volumen. “El principito” dándome lecciones de vida.
Conducir con o sin destino... No sabré cuándo llego, pero llego.
El olor de la hierbabuena y la albahaca. Las margaritas.
Deshacerme de todo aquello que me aprieta. Sentir que no he madurado y que me guste.
Mi orden desordenado. Mi caos por dentro y por fuera.
El grafiti loco de mi corazón. Esos labios que nunca probé.
Los sueños que no se cumplieron y los que sí. Los que quedan por llegar...
El tren que no cogí; el que abandoné a tiempo - o no - y el que me arrolló sin esperarlo.
Las manos que acarician, los brazos que aprietan fuerte y los que no llegué a sentir.
Las lágrimas que no supe secar, las palabras que no acerté a decir.
Las tormentas de verano y el delicioso olor a tierra mojada.
Roma bella e infinita. Alberto llamándome mamma Rosa. Los croissants rellenos de crema de pistacho.
Escuchar “te quiero, mamá” de labios de lo más perfecto que he podido hacer en mi vida.
Mamá enseñándome a dividir. Sus miles de refranes y frases de madre que, con orgullo, he heredado.
Burbuja asomando su cabeza por la puerta del salón. Te sigo echando de menos, perrita mía.
Esa voz llamándome amiga desde el corazón.
Quinientas cuarenta y tres puestas de sol. Los nuevos amaneceres.
Viajar a mi planeta y volver a la tierra, feliz y satisfecha con el viaje. Imaginar y que mis manos sean capaces de crear.
El Atleti ganando la liga.
Mi sobrina y yo haciéndonos confidencias.
Los aperitivos que terminan a las ocho de la tarde. Una buena partida de mus.
Aprender a no esperar recibir de quien no está dispuesto a dar. Los regalos inesperados y las manos que los entregan.
Los maratones de “One Tree Hill” con Shara.
Mis sobrinos postizos y lo feliz que me hace compartir tiempo con ellos.
Dormir sintiendo la piel de alguien a mi lado. Que la espera merezca la pena.
Los días de no hacer nada y los de comerme el mundo.
Bailar y bailar y bailar, como si de verdad supiera hacerlo.
Ver por enésima vez cualquier película que me gusta, y disfrutarla como si fuera la primera.
No dejar de soñar, sentir y compartir NUNCA.
¿Se puede ser más tú? Que grande eres Amiga ��������
ResponderEliminarSoy yo. Y soy grande por mí y por gente como tú, que me ayudáis a ser grande. ¡Te quiero millones!
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