A TRAVÉS DE MIS OJOS

                    Foto y texto: Rosae

Estaría bien que uno de los colores de mi día fuera el de tu piel. Que no tuviera que imaginarme cuáles son tus tonos.

Que supieras mirarme con ojos que no juzguen, que no etiqueten o, simplemente, que supieras verme.

Estaría bien que tus manos quisieran tocar, no señalar. Que sirvieran para algo más que para marcar un “me gusta” en una foto; que aprendieran a escribir mensajes que rebosen sinceridad.

Que cuando le dijeras a alguien: “luego te llamo”, fuera para hacerlo. Porque la disculpa de: “bueno, ya sabes que yo soy así” sólo es válida para ti. Yo también soy, y no lo utilizo como excusa.

Estaría bien que dejases de intentar parecer y empezaras a SER. Que no hiciera falta escalar para llegar hasta ti. Que mostraras tus cicatrices con orgullo, no como vergüenza que necesita ser escondida.

Que fueras capaz de romper barreras, de cagarte en todo; y dejar de inventarte una vida con pantallas que tapan lo que crees que nadie querría ver.

Estaría bien que soltases la mierda que llevas dentro, porque algunos tenemos el don de saber limpiar sin que nos salpique.

Porque yo soy capaz de llenar mi vida de colores.

Y estaría bien que uno de esos colores fuera el de tu piel.