TAN CIERTO COMO REAL

Foto: Anís 💖

Texto: Rosae

Por todas esas conversaciones que a veces se quedan a medias.

Por todas esas veces que dices “vale, una cerveza rápida”, pero cuatro horas después ahí sigues, sin ganas de irte.

Por cada “la última y me voy, y esta vez de verdad”, y no se cumple.

Por todas esas despedidas que empiezan en el salón y terminan treinta minutos después - o más – en el descansillo de la escalera, después de ponerte y quitarte el abrigo varias veces.

Por todos los amaneceres que llegan sin darte cuenta y piensas que deberías irte a dormir, pero tus ganas de seguir disfrutando de la compañía son más fuertes que tu sentido de la responsabilidad.

Por esos minutos robados a tu jornada de trabajo para enviar o contestar un mensaje.

Por esas veces que cambias un “no sé...” por un: ¡Pues claro!; aunque te pille con un montón de trabajo acumulado o en mitad de tu serie favorita.

Hace poco leí esta frase:

“Agradezco las noches que se hicieron mañanas, por los amigos que se hicieron familia”

Me siento realmente afortunada de que en mi vida esa frase se haya hecho realidad.

Pero no hace falta que se cumpla la primera parte de la frase para que la segunda sea tan cierta como real.